sexta-feira, 13 de junho de 2014

Orégano - Defectos Escogidos de Pablo Neruda.

Deixo-vos este presente para a vossa sexta-feira.

Orégano
Defectos Escogidos - Pablo Neruda

Cuando aprendí con lentitud 
a hablar
creo que ya aprendí la incoherencia:
no me entendía nadie, ni yo mismo, 
y odié aquellas palabras
que me volvían siempre 
al mismo pozo, 
al pozo de mi ser aún oscuro, 
aún traspasado de mi nacimiento, 
hasta que me encontré sobre un andén 
o en un campo recién estrenado 
una palabra: orégano,
palabra que me desenredó 
como sacándome de un laberinto.

No quise aprender más palabra alguna.

Quemé los diccionarios, 
me encerré en esas sílabas cantoras, 
retrospectivas, mágicas, silvestres, 
y a todo grito por la orilla 
de los ríos, 
entre las afiladas espadañas 
o en el cemento de la ciudadela, 
en minas, oficinas y velorios, 
yo masticaba mi palabra orégano 
y era como si fuera una paloma 
la que soltaba entre los ignorantes.

Qué olor a corazón temible, 
qué olor a violetario verdadero, 
y qué forma de párpado 
para dormir cerrando los ojos:
la noche tiene orégano 
y otras veces haciéndose revólver
me acompañó a pasear entre las fieras:
esa palabra defendió mis versos.

Un tarascón, unos colmillos (iban
sin duda a destrozarme) 
los jabalíes y los cocodrilos:
entonces 
saqué de mi bolsillo 
mi estimable palabra:
orégano, grité con alegría, 
blandiéndola en mi mano temblorosa.

Oh milagro, las fieras asustadas 
me pidieron perdón y me pidieron 
humildemente orégano.

Oh lepidóptero entre las palabras, 
oh palabra helicóptero, 
purísima y preñada
como una aparición sacerdotal 
y cargada de aroma, 
territorial como un leopardo negro, 
fosforescente orégano 
que me sirvió para no hablar con nadie, 
y para aclarar mi destino 
renunciando al alarde del discurso 
con un secreto idioma, el del orégano.



Sem comentários:

Enviar um comentário